La muerte; maestra de vida
Hugo Cuesta
Septiembre 2023
En la antigua Roma, donde los emperadores tenían poder absoluto, casi divino, existía la costumbre de hacerse acompañar por un siervo en sus desfiles, tras sus grandes victorias. Mientras que el pueblo les gritaba y vitoreaba como héroes inmortales, el siervo les susurraba al oído: Memento mori; es decir: “Recuerda que has de morir” y era una forma de poner en perspectiva su grandeza y de ayudarles a tener a raya la soberbia. Me parece que esta práctica nos haría mucho bien ante nuestros éxitos mundanos, como una receta útil para combatir a la soberbia y arrogancia que nos asalta detrás de cada logro.
Hay personas que, por distintas razones, evitan -a toda costa- pensar en su muerte. Tal vez por miedo a reconocerse vulnerables y mortales, a perder el poder, o a reconocer lo mucho que les falta por hacer. Aunque duela reconocerlo, es un hecho que nuestro paso por este mundo es un suspiro y por lo tanto tenemos que enfrentar una pregunta fundamental: ¿Qué será de nosotros al morir?
En las conferencias que he dado sobre el tema en varios foros, utilizo una lámina que, al explicarla, causa risas nerviosas en el auditorio. Aparece la imagen de una tumba que dice “tu nombre aquí”.Es una forma de forzar al auditorio a pensar en lo que nadie quiere: en su muerte.
Mientras los participantes sonríen nerviosos en sus asientos leo algunas líneas de cómo se refiere a la muerte el gran filósofo y escritor español José Ramón Ayllón que lo hace de una forma tan cruda que logra estremecernos. “En cuestión de tiempo, serás un cadáver en descomposición, un certificado de defunción, una vacante, y para la historia: nadie” ¡Que fuerte! Por más importantes que nos creamos, en el tiempo seremos nadie. Tal vez esta descripción pueda hacer las veces del siervo romano que nos diga al oído en medio de la euforia de nuestros éxitos humanos "Memento mori".
Con esa perspectiva, imagina tu funeral, y que desde tu gélido féretro puedas ver y escuchar a los presentes.
- Tu esposa ¿Está realmente triste de haberte perdido? ¿Y qué me dices de tus hijos?¿Adivinas en su mirada el orgullo de haberte tenido como padre o madre?
- ¿Quiénes de tus amigos están ahí?
- ¿Qué te gustaría escuchar de ellos?
- ¿El mundo realmente pierde algo con tu partida? ¿O serán más los que respiren aliviados cuando ya no estés?
- ¿Qué hiciste con aquello que recibiste? Recuerda que “Al que mucho se le diere, mucho se le pedirá”.
Por cierto, la que merodea arriba de tu féretro es tu alma inmortal. Sí, esa que vivirá eternamente, o sea, miles de años más después de que te hayas ido.
En estas conferencias, la reacción del público confirmo que nada pone la vida en la perspectiva correcta como pensar en tu muerte. Así que te sugiero que con cierta frecuencia, y sobre todo en la cumbre de tus logros humanos, escuches a tu conciencia que te susurra "Memento mori". Y verás como ante este recordatorio, las cosas en tu vida adquieren la importancia que realmente tienen frente a la eternidad.
Para conocer el video completo visita el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=GmzTmRklSw0
Comentarios
Publicar un comentario