¿Podemos solos?
Hugo Cuesta
Septiembre 2023
Es imposible descubrir y vivir nuestra misión confiando solamente en las propias fuerzas. Falta un ingrediente fundamental, el sobrenatural, ese llamado divino que ha estado presente en la historia del hombre y desde siempre, en cada uno de nuestros corazones.
Las limitaciones propias de nuestra naturaleza humana nos dificultan tener una visión clara y objetiva de quienes somos y hacia dónde vamos y, por lo tanto, de discernir nuestra razón de estar en este mundo.
No podemos adivinar el destino de un barco analizando su madera y sus velas. Para eso, no debemos preguntar al barco, sino a su capitán.
Con una visión meramente humana sería imposible plantearnos objetivos nobles y sublimes que aparentemente vayan más allá de nuestras capacidades humanas. De haberlo hecho así, Carlo Magno no hubiera conquistado media Europa, ni Miguel Ángel hubiera logrado hacer magia en el techo de la capilla Sixtina, ya que claramente sus proezas rebasaron sus sueños.
Sin la voz de la conciencia —que es, en última instancia, la voz de Dios— en la búsqueda de nuestra misión nos quedaremos siempre cortos y no lograremos abarcar la dimensión completa de nuestra persona, que incluye mente cuerpo y espíritu. No podremos ni encontrar en nuestro corazón las respuestas profundas que buscamos, ni realizar los cambios en nuestra persona que nos impulsen a conquistar esos aspectos de nuestra misión que serían impensables sin la fuerza de la gracia divina.
El hecho de que la voz de la conciencia venga de “fuera del hombre” es a lo que Víctor Frankl llama la “trascendencia de la conciencia” y, la define como una “instancia sobrehumana” . Si la conciencia tiene voz, y si la misión es un llamado, te haz preguntado alguna vez ¿De quién es esa voz? o ¿Quién es el que llama?
Es por estas y por muchas otras razones, lecturas, conversaciones y experiencias personales, por las que estoy convencido de que la voz de la conciencia es la voz de Dios, y que el llamado a nuestra misión tiene el mismo origen.
De ahí la importancia de no dejar de lado en la búsqueda de nuestra misión su aspecto espiritual y trascendental. Para ello es necesario conocernos de verdad y trascender nuestras propias limitaciones y defectos dominantes, para lo cual es preciso desarrollar una sana humildad y, sobre todo, renunciar a la pretensión orgullosa de creer que podemos solos.
Sin escuchar la voz de nuestra conciencia será muy difícil discernir e interpretar las señales de la vida a través de las que Dios nos manifiesta sus planes. De ahí la importancia para el hombre de “no limitarse en el descubrimiento de su misión a algunos principios generales que valen para todos".
Por eso, mientras que tantos de libros de superación personal proponen fórmulas, atajos y técnicas infalibles para el éxito y la felicidad, yo vengo a decirte lo opuesto: que no hay una sola receta que sirva a todos y que tu búsqueda es una aventura que sólo tú puedes emprender.
Perdóname que te lo diga así de claro, solo quiero evitarte las frustraciones de muchas personas que se han embarcado solos en la búsqueda de su misión, pero sin la ayuda de Dios tu misión quedará siempre corta, porque como hombres, solo somos capaces de imitar, mientras que la luz de la gracia nos inspira a descubrir y nos ayuda a lograr aquello que solos, no podemos ni siquiera imaginar.
Para conocer el video completo visita el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=YaTDNV9YuaM
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