¿Caminas sin GPS?
Hugo CuestaSeptiembre 2023
Si hoy te preguntara por tus planes del día de mañana, de la próxima semana, o del mes que entra, estoy seguro de que podrías darme santo y seña de cada uno de tus proyectos y actividades planeadas. Las tienes agendadas, con fecha y hora. Pero si te preguntara hacia dónde te llevan esas actividades o para qué haces lo que haces, ¿podrías contestarme con la misma prontitud? Si te detienes a pensar en ello y no sabes bien qué responder, te darás cuenta de que la pregunta de fondo no es qué harás en los próximos días o meses, sino ¿qué vas a hacer con tu vida?
Esta es otra forma de hacernos una pregunta profunda: ¿cuál es nuestro propósito en la vida? Qué es eso que venimos a hacer a este mundo, no es un sueño o una ilusión, sino es una realidad concreta y única cada persona tenemos una misión, que antes de construirse, ha de descubrirse. Y se descubre explorando con humildad nuestros talentos y nuestras pasiones, para añadir finalmente un elemento trascendente; es decir, encontrar la manera en que podemos servir a otros y no solo a nosotros y nuestros intereses.
El descubrimiento de nuestra misión, es uno de los momentos más reveladores de nuestra existencia, porque pone todo en perspectiva y nos hace enfocarnos en las cosas que realmente importan. Aquellas que dan respuesta a la potente pregunta de ¿Para qué estoy aquí?
Como en el caso del Waze o el Uber, no podemos definir el camino que debemos tomar si no sabemos a dónde queremos ir. He visto a muchas personas que van por la vida saltando de proyecto en proyecto, de ideología en ideología y de moda en moda. Si bien la misión no es inmutable y es normal que cambie a lo largo de nuestra vida, ésta no puede ser como un mono que brinca por todas partes y nunca se queda quieto. Los proyectos que se persiguen con desorden pronto decepcionan y nunca entregan lo que prometen. Este tipo de proyectos no pueden ser nuestra misión.
Muchos se atribuyen la frase de que para un barco sin rumbo no hay viento que sea favorable. Y es muy cierto. Te invito a que te preguntes si no es este un buen momento para buscar de verdad tu propósito y diseñar tu proyecto de vida para hacerlo vida.
Quizás llevas años trabajando y has logrado mucho; o tal vez, sientes que no has llegado al lugar que quisieras estar. En cualquier caso, te aseguro que sin un proyecto de vida nunca te vas a convertir en la persona que quisieras ser; y para que sea un proyecto de verdad, debe considerar todas las esferas de tu vida: la esfera familiar, la personal, la espiritual, social, la económica y la profesional, que solo adquieren sentido cuando se encuentran en equilibrio, cuando elegimos y decidimos con un fin en mente. Ese fin debe ser nuestro propósito, nuestro IKIGAI como dicen en Japón.
Estoy convencido de que todos nacemos con una misión personal, que se nos va revelando a través de los acontecimientos de la vida. Que en el descubrir y vivir nuestra misión nos da la plenitud y felicidad que todos buscamos.
Que esa misión es tan personal, única e irrepetible como nosotros mismos y se ajusta a nuestra persona como el guante a la mano. Si la misión es el destino; tu proyecto es el GPS para alcanzarlo. Y para entender la importancia de tenerlo, te reto a que intentes iniciar tu próximo viaje en UBER o DIDI sin GPS. A ver a donde llegas.
Para conocer el video completo visita el siguiente link:
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